sábado, 29 de octubre de 2011

Los peligros del humor negro

“¿Crees que voy a morir?”, dice la chica de Manchester cuando descubre que su cara está absolutamente roja, en plan Zoidberg. Le digo que sí, para continuar la broma, y después le digo con mi mejor inglés: “¿podemos violarte una vez muerta?”. Su cara cambia: “no hay nada divertido en una violación”. “¡A no ser que te viole un payaso!” le contesto. Oh dios, la cosa se está poniendo fea, pero no puedo evitar empujar los límites: “lo siento, lo siento… ¿puedo poner una canción para disculparme?”, voy directo al Spotify y reproduzco la versión de Richard Cheese de “Rape Me”, original de Nirvana. “Rape meeee my friend le canto. “No deberías hacer ese tipo de bromas porque no sabes si alguna de nosotras ha sido víctima de una violación”, me insiste con toda la seriedad del mundo. Así que me pongo serio yo también: “tienes razón… también es posible que haya un violador por aquí y no le siente bien”. Así que se va a casa, atravesando las calles de Lisboa en la noche. “¡Que no te violen!” me siento tentado a gritarle, pero me callo. Creo que algo así arruinaría nuestra amistad para siempre.

No hay comentarios:

Publicar un comentario