miércoles, 12 de octubre de 2011

FIZ 2011: Primera Parte.


19:30h. Concentrados todos en casa del vecino, engrasamos nuestras tripas a base de cervezas Aurum sobrantes de la noche anterior. Para esta noche he decidido enfundarme mis nuevos pitillos de color azul intenso –regalo de cumpleaños de la madre mía- considerando la adopción de una estética lo más Indie posible, ya que creo que podría funcionar muy bien a lo largo de toda la noche. Por consenso común, nos marcamos un primer objetivo: salir a tiempo para llegar al concierto de The Faith Keepers a las 20:00h. Todo marchaba según lo previsto, salíamos con 15 minutos de antelación, lo suficiente y necesario para llegar a tiempo –no lo podía creer-, aunque como siempre, justos muy justos. Sentido y dirección a la sala Multiusos de Zaragoza, teníamos ante nosotros de nuevo una noche Fiz, pero esta vez sin ninguna expectativa musical aparente. El cartel siempre había estado reinado por un grupo por el que gustosamente pagaba el dinero de la entrada, que incitaba a no faltar a la edición correspondiente, pero esta vez, me encontraba ante un cartel abierto hacia un abanico superior de público y un cabeza de cartel (James, será la crisis) que para mi no tenía ni por donde empezar comparativamente a los que podíamos encontrar en ediciones pasadas tales como Massive Attack, Travis, Spiritualiced. Aun con este disgusto inicial, hubo sorpresas –más de las esperadas- que culminaron en una estupenda velada.

Reconduciendo el camino, esta apatía que nos gobernaba –sólo tuvieron que pasar tres o cuatros horas para convertirse en mero recuerdo- no podía más que traducirse en que por alguna inimaginable razón, algo que captase mínimamente nuestra atención haría que llegásemos tarde. Por supuesto, ya podéis imaginar lo que sucedió. ZARAGOZA ♥ JESÚS TE AMA. Vaya fiesta tenían montada los de la secta. ¡No podía ser! ¡Que le den por el culo al Fiz que yo me quedo con estos tipos! ¡Vaya bailes a ritmo de tango! Un desconcierto general del grupo debido a lo que calificaríamos como “subidon” hizo peligrar nuestra presencia en el festival. Solo faltaba Omael repartiendo su “hamor” por todo aquel de cuerpo presente de entre los feligreses. Gracias a dios –nunca mejor dicho- , fueron únicamente ideas momentáneas y fugaces. Pudimos reestablecer la situación –aunque por supuesto, definitivamente íbamos a llegar tarde-. Entrábamos en la Multiusos encontrándonos ante una sala bastante repleta de gente para lo pronto que era y presidida por un grupo totalmente entregado. Faith Keepers -propuesta soul-funk de Zaragoza- se nota porque son ganadores del último Ambar Z Music. Pasaron escasos minutos cuando a mi amigo Monty y a mi nos estaban haciendo perder las composturas y el dominio sobre nuestros movimientos pélvicos. Una firme base rítmica, acompañados de algún que otro destello de genialidad en lo vientos, todo ello conjugado y aderezado en la voz-figura de Borja Téllez, dieron más que argumentos para la gran satisfacción de un público que se pregunto: ¿Por qué no han puestos a estos marchosos tipos a altas horas de la nocturnidad y se dejan de Kele Okereke? Hubiese resultado una apuesta arriesgada por parte de la organización pero podría haber resultado totalmente satisfactoria. Tras un éxtasis inicial, momentos después entraba en escena Standstill. Esta vez solo, sin compañía con la que compartir el juego de intensidad y ruido que nos presentaban estos barceloneses. Tocando básicamente sus dos últimos discos Vivalaguerra y Adelante Bonaparte, sumergieron al público en una atmosfera distinta y propia, dejándome noqueado especialmente en temas como Porque llamas a estas horas y Adelante Bonaparte II. Tendré que marchar una jornada a Barcelona a ver el comentado espectáculo Rooom con el que giran actualmente.

Ahora llegaba el dilema de esta edición, ser cordial y aceptar lo que iba a hacer prácticamente todo el mundo o jugármela a mi propia estrategia –que estaba seguro de que no podía salir mal-. Las puertas de la Multiusos se convirtieron en auténticos ríos de gente dirigidas a ver el espectáculo que se presentaba a continuación: llegaba el turno de Vetusta Morla. Esta vez venían a presentarnos su segundo trabajo Mapas, un disco que ni excita pero tampoco molesta, correcto. Comenzaba a perder algo la noción del tiempo, así que como he dicho, puse en juego mis estrategias. Tomé sabiamente la decisión de pasar olímpicamente de dulces o malditas ternuras –además ya los había visto dos veces- y fui rápidamente al coche de nacho a por mis espinacas y retomar energías. Alguien dijo:

El sábado que viene esta Pony Bravo en la López.
La vida es una espera y no por ganar más dinero, vas a comer dos veces.
Crispy Bacon: yo me acordare toda la vida, el alcohol, sudor, amistad.
Crispy Ruidbalance
BOOM!!

Esto se empezaba a ponerse interesante. Rápidamente el rumor de la futura actuación de Pony Bravo se expandía como el speed a la vez que la ilusión incrementaba, sin saber realmente la veracidad del hecho. Nuestros corazones y mentes comenzaban a adquirir una nueva dimensión que tendría su máximo esplendor en los conciertos que estaban por llegar.

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